N E U R O C I E N C I A S
Genes y sociedad: Descubren un mecanismo cerebral responsable de comportamientos sociales
Regulación anormal de la amígdala en pacientes con el sindrome de Williams (derecha) comparada con los controles (izquierda). La amígdala se activa más en escenas peligrosas (abajo) pero menos con caras amenazantes (arriba). [click sobre la imagen para ampliar]
|
El estudio comparó los cerebros de voluntarios sanos con los de otros voluntarios que sufren el sindrome de Williams, una enfermedad que provoca trastornos en el comportamiento social. La comparación sirvió a los investigadores tanto para definir un circuito cerebral para la función social en el cerebro humano sano como para identificar la forma en la que este circuito resulta afectado por los cambios genéticos en el sidrome de Williams.
Sidrome de Williams
El sindrome de Williams es causado por la pérdida de 21 genes en el cromosoma 7. Las personas que lo sufren son altamente sociales y empáticos, incluso en situaciones que producirían miedo y ansiedad en personas sanas. Los afectados por el sindrome encaran interacciones sociales con impaciencia y a veces de un modo impulsivo; sin embargo, cuando se trata de miedos no sociales como la fobia a las alturas, experimentan marcados aumentos de ansiedad.Detalles
Los investigadores tomaron imágenes por resonancia magnética del funcionamiento del cerebro (fMRI) para estudiar la amígdala y estructuras relacionadas, que se sospechan responsables de comportamientos de este tipo. Lo hicieron en 13 pacientes con sindrome de Williams pero de inteligencia normal y los compararon con controles sanos.Resultados
Los neurocientíficos del NIMH encontraron una activación reducida de la amígdala en individuos con el sindrome de Williams cuando les mostraron fotografías de caras amenazantes; no obstante, la activación de dicha zona se hizo más intensa cuando se mostraron escenas peligrosas. Esto indica que la intrepidez en las relaciones sociales puede ser el resultado de la activación deficiente de la amígdala en respuesta a los estímulos sociales.También fueron anormales las activaciones de ciertas regiones asociadas con la amígdala, en particular el cortex orbitofrontal, lo que sugiere a los autores del informe una via neural genéticamente controlada para la regulación del comportamiento social humano.
Comentarios