A pesar de que los científicos de la Universidad de Maryland y la NASA hicieron diana en un diminuto blanco a 130 millones de kilómetros de la Tierra con una presición increíble, es posible que uno de los mayores objetivos de la misión fracase por un error de enfoque de la cámara de alta resolución (HRI: High Resolution Instrument) de la Deep Impact.
El ingenio, que costó alrededor de 330 millones de dólares, había hecho impacto contra el cometa Tempel 1 el 4 de julio con apenas unos segundos de adelanto sobre lo planificado 6 meses antes; sin embargo, la humedad acumulada en la plataforma de lanzamiento y durante el viaje por la atmósfera terrestre puso fuera de foco el sistema de alta resolución.
La borrosidad de las fotografías fue detectada en marzo, en pleno viaje de la nave y se esperaba que el tratamiento de imágenes con software especializado pudiera corregirlas. De hecho así ocurrió con muchas de las fotografías enviadas por la Deep Impact, pero el procedimiento sólo sirve para fotografías de alto contraste. La gran cantidad de polvo levantada por el impacto entre el módulo colisionador y el cometa hizo que las imágenes no tengan la definición mínima requerida por los programas de mejoramiento de fotografías, de manera que los científicos no pueden saber con presición cual es el tamaño del cráter que dejó la colisión sobre el Tempel 1, el mayor objetivo del proyecto.
Incluso si se perdieran las imágenes del cráter, Michael A'Hearn, investigador de la Universidad de Maryland, dijo a NewScientist que "nuestra opinión es que fuimos a un lugar desconocido y obtuvimos excitantes resultados científicos, aunque tal vez no tantos como hubieramos esperado".
El ingenio, que costó alrededor de 330 millones de dólares, había hecho impacto contra el cometa Tempel 1 el 4 de julio con apenas unos segundos de adelanto sobre lo planificado 6 meses antes; sin embargo, la humedad acumulada en la plataforma de lanzamiento y durante el viaje por la atmósfera terrestre puso fuera de foco el sistema de alta resolución.
La borrosidad de las fotografías fue detectada en marzo, en pleno viaje de la nave y se esperaba que el tratamiento de imágenes con software especializado pudiera corregirlas. De hecho así ocurrió con muchas de las fotografías enviadas por la Deep Impact, pero el procedimiento sólo sirve para fotografías de alto contraste. La gran cantidad de polvo levantada por el impacto entre el módulo colisionador y el cometa hizo que las imágenes no tengan la definición mínima requerida por los programas de mejoramiento de fotografías, de manera que los científicos no pueden saber con presición cual es el tamaño del cráter que dejó la colisión sobre el Tempel 1, el mayor objetivo del proyecto.
Incluso si se perdieran las imágenes del cráter, Michael A'Hearn, investigador de la Universidad de Maryland, dijo a NewScientist que "nuestra opinión es que fuimos a un lugar desconocido y obtuvimos excitantes resultados científicos, aunque tal vez no tantos como hubieramos esperado".
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