Joel Kastner del Instituto de Tecnología de Rochester y Rodolpho Montez de la Universidad de Rochester utilizaron el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA para descubrir una lámina de gas sobrecalentado alrededor de una estrella agonizante de la Vía Láctea.
Según el parte de prensa de EurekAlert!, el descubrimiento de los astrónomos muestra cómo el material expulsado a más de tres millones de kilómetros por hora durante las etapas finales de la vida de una estrella puede calentar al gas previamente eyectado al punto de emitir rayos X.
Las nebulosas planetarias son capas de gas eyectadas por estrellas moribundas y cuando Montez puso el objetivo del Observatorio Chandra a la nebulosa NGC 40, localizada a 3000 años luz de la Tierra en la dirección de la constelación Cepheus, descubrió que los rayos X provenientes de esa zona del espacio tenían valores de energía muy específicos, revelando un anillo de gas sobrecalentado que estaba justo dentro de las porciones de la nebulosa. El anillo aparece tanto en las imágenes ópticas como en las de infrarrojo.
Los rayos X y la radiación infrarroja están estrechamente relacionadas. "La conexión entre rayos X y la emisión infrarroja -dice Montez en la nota de EurekAlert!- parece mostrar que la fase de la burbuja caliente está restringida a los momentos iniciales de la muerte estelar, cuando la nebulosa planetaria es muy joven y el polvo dentro de ella todavía está relativamente caliente".
Según el parte de prensa de EurekAlert!, el descubrimiento de los astrónomos muestra cómo el material expulsado a más de tres millones de kilómetros por hora durante las etapas finales de la vida de una estrella puede calentar al gas previamente eyectado al punto de emitir rayos X.
Las nebulosas planetarias son capas de gas eyectadas por estrellas moribundas y cuando Montez puso el objetivo del Observatorio Chandra a la nebulosa NGC 40, localizada a 3000 años luz de la Tierra en la dirección de la constelación Cepheus, descubrió que los rayos X provenientes de esa zona del espacio tenían valores de energía muy específicos, revelando un anillo de gas sobrecalentado que estaba justo dentro de las porciones de la nebulosa. El anillo aparece tanto en las imágenes ópticas como en las de infrarrojo.
Los rayos X y la radiación infrarroja están estrechamente relacionadas. "La conexión entre rayos X y la emisión infrarroja -dice Montez en la nota de EurekAlert!- parece mostrar que la fase de la burbuja caliente está restringida a los momentos iniciales de la muerte estelar, cuando la nebulosa planetaria es muy joven y el polvo dentro de ella todavía está relativamente caliente".
Comentarios