Los antiguos paradigmas sociológicos que se centraban en luchas dialécticas dejaron de lado la cooperación, el verdadero cemento de las sociedades.
Pero ahora nuevos estudios científicos están abordando el tema desde muchas perspectivas. En un artículo a publicarse la próxima semana en los Proceedings of the National Academy of Sciences, James Fowler trata el problema de la emergencia y evolución de la cooperación humana.
Fowler toma en cuenta la evidencia obtenida recientemente de que muchas personas desean pagar el costo social de convertirse en un "penalizadores altruísticos" (voluntarios que escarmientan a aquellos que no cooperan con la sociedad) y se da cuenta de que si bien este mecanismo explica por qué la cooperación puede mantenerse en los sistemas sociales, no dice cómo podría evolucionar. El punto es que el escarmiento altruístico beneficia a quienes no se ocupan de penalizar a los demás y perjudica socialmente a los penalizadores.
Para contestar este punto, el autor presenta un modelo evolutivo en el que los penalizadores altruísitcos entran y siempre dominan una población de colaboradores, disidentes y no participantes. El modelo sugiere que el ciclo de estrategias en juegos de bienes públicos voluntarios no persiste en presencia de estrategias de penalización y que penalización sólo puede reforzar estrategias de mejoras de rendimientos.
Pero ahora nuevos estudios científicos están abordando el tema desde muchas perspectivas. En un artículo a publicarse la próxima semana en los Proceedings of the National Academy of Sciences, James Fowler trata el problema de la emergencia y evolución de la cooperación humana.
Fowler toma en cuenta la evidencia obtenida recientemente de que muchas personas desean pagar el costo social de convertirse en un "penalizadores altruísticos" (voluntarios que escarmientan a aquellos que no cooperan con la sociedad) y se da cuenta de que si bien este mecanismo explica por qué la cooperación puede mantenerse en los sistemas sociales, no dice cómo podría evolucionar. El punto es que el escarmiento altruístico beneficia a quienes no se ocupan de penalizar a los demás y perjudica socialmente a los penalizadores.
Para contestar este punto, el autor presenta un modelo evolutivo en el que los penalizadores altruísitcos entran y siempre dominan una población de colaboradores, disidentes y no participantes. El modelo sugiere que el ciclo de estrategias en juegos de bienes públicos voluntarios no persiste en presencia de estrategias de penalización y que penalización sólo puede reforzar estrategias de mejoras de rendimientos.
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