Si aceptas mis amores como ofrenda,
¿que tienes ya que antes no tenías?
No será amor que a ser amor pretenda,
el que aumente el amor que poseías.
Fragmento del Soneto 40
William Shakespeare
Es difícil encontrar amor romántico en los tiempos que corren. Sin embargo, según un comunicado de la Sociedad Psicológica Americana (APS), un equipo encabezado por un neurocientífico, un antropólogo y un psicólogo social encontraron sistemas neuropsicológicos relacionados con el amor dentro de un resonador magnético.
Ellos, dice el comunicado, detectaron respuestas amorosas cuantificables en los cerebros de 17 hombres y mujeres jóvenes quienes habían admitido estar "reciente y locamente enamorados".
El grupo multidisciplinario de investigadores científicos envió un artículo al Journal of Neurophysiology que será publicado en la edición del mes que viene de la revista, en el que concluyen que al principio, el amor romántico intenso tiene más que ver con aspectos de motivación, recompensa e "impulsos" del comportamiento humano que con las conductas emocionales o sexuales.
Los sistemas neuronales activados por las experiencias amorosas son los mismos que los humanos comparten con otros mamíferos, razón esta que lleva a los investigadores a pensar que "en un estadio inical el amor romántico posiblemente es una forma desarrollada de un impulso mamífero para buscar los compañeros preferidos, y que esto tiene una influencia importante sobre los comportamientos sociales que tienen consecuencias reproductivas y genéticas".
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