E C O L O G Í A
Las predicciones sobre la influencia del cambio climático son tan precisas como arrojar una moneda
La capacidad de los modelos individuales para predecir el impacto del calentamiento global sobre las especies biológicas es muy pobre. Aplicados a especies particulares produjeron resultados espectacularmente variables, dice un comunicado emitido hoy por la Blackwell Synergy, editora de la revista Global Ecology & Biogeography.
Para el 90% de las especies los modelos no concordaron en si una variedad geográfica se ampliaría o se contraería. Los casos restantes sólo tuvieron una probabilidad del 50% de ir en la dirección correcta.
En declaraciones para la Blackwell Synergy, Richard Ladle, uno de los co-autores del artículo, afirmó que "arrojar una moneda sería tan exato y mucho menos engorroso" que hacer predicciones con estos modelos.
El estudio es la primera evaluación real del desempeño de los modelos utilizados para pronosticar cómo cambiarán las especies biológicas sus variedades geográficas en respuesta al cambio climático de la Tierra.
Para llevarlo a cabo, Miguel Araújo y su equipo del Grupo de Investigación sobre Biodiversidad en la Universidad de Oxford se auto-limitaron a emplear sólo los datos que hubieran tenido a disposición en la década del 70. Luego implementaron estos datos en los 16 modelos más comunes de cobertura climática e intentaron predecir las variedades geográficas de pájaros británicos de 1991.
Los pronósticos de los modelos de cobertura climática generalmente implican procesos de tres pasos:
Por esta razón fue capaz de comparar directamente el cambio de variedades predichos por los modelos con datos reales de las distribuciones geográficas de 1991. El resultado fue que cualquier modelo por sí solo es incapaz de predicir correctamente alguna distribución.
Para el 90% de las especies los modelos no concordaron en si una variedad geográfica se ampliaría o se contraería. Los casos restantes sólo tuvieron una probabilidad del 50% de ir en la dirección correcta.
En declaraciones para la Blackwell Synergy, Richard Ladle, uno de los co-autores del artículo, afirmó que "arrojar una moneda sería tan exato y mucho menos engorroso" que hacer predicciones con estos modelos.
El estudio es la primera evaluación real del desempeño de los modelos utilizados para pronosticar cómo cambiarán las especies biológicas sus variedades geográficas en respuesta al cambio climático de la Tierra.
Para llevarlo a cabo, Miguel Araújo y su equipo del Grupo de Investigación sobre Biodiversidad en la Universidad de Oxford se auto-limitaron a emplear sólo los datos que hubieran tenido a disposición en la década del 70. Luego implementaron estos datos en los 16 modelos más comunes de cobertura climática e intentaron predecir las variedades geográficas de pájaros británicos de 1991.
Los pronósticos de los modelos de cobertura climática generalmente implican procesos de tres pasos:
- Se desarrollan modelos matemáticos para vincular cada especie a sus condiciones ambientales actuales en el lugar que habita.
- Se aplica un escenario de cambio climático para algún punto en el futuro -usualmente en 2020 o 2050- con el que se genera una nueva distribución de variedades.
- La distribución obtenida se compara con la distribución presente y se determina si la especie crecerá, menguará o incluso si se extinguirá.
Por esta razón fue capaz de comparar directamente el cambio de variedades predichos por los modelos con datos reales de las distribuciones geográficas de 1991. El resultado fue que cualquier modelo por sí solo es incapaz de predicir correctamente alguna distribución.
Comentarios
Y por otra parte el título debe ser lo más corto posible, principio que este, mutilado como está y todo, ya no cumple.
¿Alguna sugerencia?
Sugerencias del título... ninguna, salvo que, dado que ya es largo meter 'en animales' tras 'influencia'
Lo que ocurre es que los modelos teóricos, según demuestra Araújo, no sirven para predecir las correlaciones (es preferible arrojar una moneda).
Cerré el título en el actual al pensar que, en realidad, no hay muchas otras cosas interesantes que animales y plantas sobre las que el cambio climático pueda hacer daño. También está la erosión del paisaje, claro, pero supongo que esa influencia se notará mucho más tarde (sin embargo, este resultado alienta un toque de atención escéptico sobre las alarmas verdes que aullan sobre el posible aumento del nivel del mar culpa del calentamiento).
De todas maneras, admito la generalización injustificada que me achacabas en tu primer comentario.