Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wisconsin detectaron un fallo en el gen del sueño de la mosca de la fruta y creen que este hallazgo podría proporcionar un nuevo acercamiento al tratamiento de problemas de sueño en humanos.
A pesar de las diferencias obvias entre los mamíferos y los insectos, la Dra. Chiara Cirelli, integrante del equipo de investigación, aseguró en una entrevista realizada por Reuters que "cuanto más comportamientos relativos al sueño examinábamos, más encontrábamos que el sueño en las moscas de la fruta es muy, muy similar al sueño en los mamíferos".
Como los humanos, las moscas de la fruta duermen de seis a doce horas por noche. La mayor parte de la gente necesita alrededor de ocho horas de sueño para funcionar correctamente, pero algunos pueden sobrevivir durmiendo la mitad de ese tiempo.
El equipo del Dr. Giulio Tononi buscó determinar que genes subyacen este fenómeno para aclarar los mecanismos y funciones del sueño. Pero en vez de fijarse en los ritmos circadianos (el reloj interno que controla los tiempos del sueño), los científicos se concentraron en factores relacionados con la duración del sueño que todavía no se entienden bien.
Investigaron 9.000 moscas de la fruta genéticamente modificadas y encontraron una línea que necesitaba sólo un tercio del tiempo de sueño. Las moscas realizaban sus funciones de forma normal, pero no vivían tanto como las compañeras no modificadas.
Dra. Chiara Cirelli
A pesar de las diferencias obvias entre los mamíferos y los insectos, la Dra. Chiara Cirelli, integrante del equipo de investigación, aseguró en una entrevista realizada por Reuters que "cuanto más comportamientos relativos al sueño examinábamos, más encontrábamos que el sueño en las moscas de la fruta es muy, muy similar al sueño en los mamíferos".
Como los humanos, las moscas de la fruta duermen de seis a doce horas por noche. La mayor parte de la gente necesita alrededor de ocho horas de sueño para funcionar correctamente, pero algunos pueden sobrevivir durmiendo la mitad de ese tiempo.
El equipo del Dr. Giulio Tononi buscó determinar que genes subyacen este fenómeno para aclarar los mecanismos y funciones del sueño. Pero en vez de fijarse en los ritmos circadianos (el reloj interno que controla los tiempos del sueño), los científicos se concentraron en factores relacionados con la duración del sueño que todavía no se entienden bien.
Investigaron 9.000 moscas de la fruta genéticamente modificadas y encontraron una línea que necesitaba sólo un tercio del tiempo de sueño. Las moscas realizaban sus funciones de forma normal, pero no vivían tanto como las compañeras no modificadas.
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